Los canales de Panamá y Suez son dos arterias vitales para el comercio internacional, facilitando el paso de buques y reduciendo significativamente los tiempos de tránsito entre diferentes partes del mundo. Sin embargo, recientemente han experimentado situaciones que han puesto en jaque el flujo normal de mercancías y su impacto se hace sentir en todo el mundo.
Por un lado, el Canal de Panamá ha enfrentado desafíos en los últimos tiempos. Aunque no ha experimentado bloqueos completos como el Canal de Suez, factores como condiciones climáticas extremas, mantenimiento de infraestructuras y problemas operativos pueden causar retrasos significativos en el tránsito de los buques.
Y por otro lado, la inseguridad en el Mar Rojo se manifiesta a través de varios desafíos, incluidos los actos de piratería, el conflicto regional y las tensiones geopolíticas. La presencia de grupos piratas en áreas como el Golfo de Adén y el Estrecho de Bab el-Mandeb ha llevado a ataques contra buques comerciales, secuestros de tripulaciones y robos de carga.
Para mitigar los efectos negativos de los bloqueos en los canales, es importante tener presente que muchas navieras han tenido que diversificar sus rutas de transporte y generar cambios en las mismas, sin previo aviso.
Analistas expertos indican que muchas navieras han empezado a apartarse a esta nueva realidad, a los cambios y a los nuevos tiempos de tránsito de los buques, pues muchos buques llegan a tomarse más de 50 días de tránsito desde China a Buenaventura, es por esto que es indispensable que puedas programar con tus envíos con mucha más antelación de lo habitual, pues la mayoría de buques que navegan alrededor del mundo vienen con cambios en sus tiempos de entrega, sumado a esto América cuenta con un desventaja, dado que en este momento las navieras están dando prioridad a los flete que van desde Europa – Lejano oriente pues los fletes están por encima de los USD 10.000 VS los fletes para América están por debajo de la mitad, lo que claramente se vuelve un atractivo y prioridad para las navieras y podría generar escasez de espacios y de unidades.
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